miércoles, 24 de julio de 2013

We are the robots

Uno de los sueños del progreso es crear seres inteligentes, robots capaces de pensar y decidir. Hollywood se adelantó al futuro y convirtió este sueño en pesadilla con sus Terminators y demás fauna cibernética. Pero ¿Cómo está este tema en realidad? Este es un repaso de algunas cosas sorprendentes y ciertas.  

La cucaracha que calculaba primas de riesgo

La cucaracha ya puede caminar teledirigida
En los años 90s las aseguradoras empezaron a utilizar redes neuronales de hasta 10.000 neuronas para calcular las primas de pólizas de seguro. Ese número de neuronas es el equivalente al cerebro de una cucaracha. Se trataba de alimentar ese "cerebro de cucaracha" con millones de entradas, cada una con las características de un asegurado y su historial de siniestros. La "cucaracha" era capaz de reconocer patrones en ese aluvión de información, y facilitaba, para cada patrón, el coste medio de cada asegurado. A partir de ahí, el cálculo de la prima es pan comido.  

Otra aplicación reciente, esta vez de una cucaracha auténtica convertida en biorobot, donde se la dirige por control remoto.

El valle inquietante

El Dr.Ishiguro y su inquietante robot: ¿adivina quien es quien?
En inglés uncanny valley; cuando se trata de simular a un humano, la cosa se complica. Por lo visto, los robots de aspecto humanoide pueden dar miedo. El experto en robótica Masahiro Mori, acuñó el término "valle inquietante" para describir esa sensación. Paradójicamente dan mas miedo cuando más se nos parecen. Al representar gráficamente la sensación de familiaridad que experimenta una persona al interactuar con un robot humanoide, a medida que éste se parece más a nosotros, más aumenta la familiaridad que sentimos. Pero llega un punto, cuando el parecido humano y la familiaridad que sentimos hacia él son muy grandes, en los que un aumento en dicho parecido deja de despertar familiaridad y pasa a generarnos inquietud ¿Por qué se produce ese "valle"? Los psicólogos lo explican con la teoría de la mente, según la cual, nuestro cerebro es capaz de detectar la discrepancia entre lo que parece un humano vivo, y lo que es en realidad un artificio "muerto". 


Mira, mira. ¿Qué ves?
A día de hoy el "valle inquietante" parece una barrera infranqueable a la hora de sustituir a humanos por humanoides en tareas de cara al público.

Robots que aprenden a hablar

El lenguaje y el pensamiento abstracto son característicos de los humanos. El ingeniero Luc Steels ha experimentado con robots humanoides capaces de inventar un lenguaje con gramática propia que les permite comunicarse entre sí.      

Este experimento empezó como un intento por entender que és y cómo apareció el lenguaje, y sus resultados son tan asombroso que han abierto una puerta para obtener robots inteligentes. Estamos un paso más cerca de los robots con conciencia.

I have a drone 

Hace referencia a la frase del líder por la integración racial Luther King "tengo un sueño" ("I have a dream"), que en boca de Obama, reza el chiste, se ha convertido en "tengo un drone" ("I have a drone").  


Mulas del ejército EEUU: no comen alfalfa precisamente
La Guerra del futuro no será entre humanos, sino entre drones, robots que pensarán por si mismos y tomarán decisiones que afectarán a la vida y a la muerte de seres humanos. 

Cada vez estamos mas cerca de las pesadillas de Hollywood.

http://www.youtube.com/watch?v= ffIo1KjTexk  

http://www.youtube.com/watch?v= jYGxbB6
15tA  

http://www.youtube.com/watch?v= BtRnzlO7m_M&NR=1&feature=fvwp http://www.liveleak.com/view?i=6eb_1365431365

Y más lejos de los sueños cibernéticos de aquellos humanos que se hacían pasar por robots que pretendían ser humanos: "The Robots" de Kraftwerk

La última entrega de este blog se puede consultar en www.voltechparty.es/saber_o_no_saber.htm

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